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Es un examen visual y objetivo de la estructura física y los sistemas principales de la casa. El reporte estándar cubre la condición de la fundación, elementos estructurales, paredes, ventanas, sistema de aire acondicionado y calefacción, instalaciones de plomería, componentes de cocina, sistema eléctrico, techo exterior, ático, insulación visible, pisos y puertas. No se trata de un reporte para determinar si la casa “pasa o no pasa”; es una descripción detallada de los componentes que podrían necesitar reparación, reemplazo o una evaluación adicional por un contratista especializado.

Porque debe conocer lo más posible acerca de la vivienda antes de comprarla — para muchos de nosotros, es la inversión más grande de la vida. Una inspección minimiza sorpresas desagradables y gastos inesperados.

Como inspectores profesionales con licencia del estado de Texas, estamos familiarizados con los aspectos de construcción, instalación, mantenimiento y seguridad de las viviendas. Sabemos cómo deben funcionar en conjunto los sistemas y componentes, y entendemos las razones más comunes de sus fallas. Además, siempre es mejor contar con una opinión imparcial que dejar que las emociones influyan en su decisión.

El costo depende de varios factores, como el tamaño de la vivienda, su antigüedad y servicios opcionales (alberca, sistema de riego, etc.). No permita que el costo sea el único factor para decidir si inspeccionar o no la casa — omitirla podría costarle miles de dólares en reparaciones futuras.

No existe la casa perfecta; el reporte identificará problemas. Eso no significa que no deba comprar la propiedad, sino que ahora cuenta con información para saber qué esperar. En algunos casos, si los problemas son mayores, el vendedor podría aceptar repararlos o reducir el precio. Después de la inspección usted podrá tomar una decisión más informada y completar su compra con confianza.